Vermut Blanco Bocamanga se elabora como si de una receta casera se tratase a partir de uvas seleccionadas Airén. Sin añadidos artificiales y a partir de productos naturales.
Para conseguir un buen vermut hay que partir de una receta casera y tradicional. Lo más común es tomar un vino base, normalmente blanco, y fortificarlo con alcohol en el cual se han infusionado botánicos durante un tiempo. Así se consigue alcanzar los 15 grados de alcohol que requiere el vermut. Además normalmente se suele utilizar azúcar o azúcar invertido para darle dulzor al resultado final.
En nuestro caso partimos de vinos base de gran calidad a partir de la variedad de uva Airén. Esta es la uva más plantada en España, además de la que acumula los viñedos más antiguos teniendo (con datos de 2015) el 66% de las vides más de 30 años de antigüedad.
La uva Airén aporta su estabilidad y capacidad de impregnarse de ese infusionado de 12 botánicos únicos que conforman Vermut Blanco Bocamanga.
Para evitar tener que añadir azúcar o azúcar invertido, causantes estos de la mala publicidad que históricamente ha tenido el vermut, nosotros endulzamos con un mosto natural de la propia uva Airén, la cual además dejamos sobremadurar, el cual nos permite añadir de forma natural su característico dulzor. Todo sin añadidos artificiales que nada tienen que ver con una bebida cuya base es el vino.
Para terminar de redondear el resultado final, una parte del vino base se ha envejecido en barricas de roble americano que contuvieron oloroso y que posteriormente añejaron ron.
Una sabia combinación de 12 botánicos completa la elaboración. Además del ajenjo destacan especias silvestres como tomillo, mejorana, salvia; y otras como el díctamo, cálamo, raíz de genciana, regaliz, naranja amarga, flor de saúco, clavo y coriandro.